La Guardia Civil localiza la casa en la que estuvo el móvil de Esther López la madrugada que desapareció
Hace unos días este periódico advirtió de que llegaban jornadas cruciales en la investigación que trata de determinar quién y cómo le quitó la vida a Esther López la madrugada del 12 al 13 de enero en Traspinedo, Valladolid. Tras haber requisado el coche en el que viajó por última vez la mujer de 35 años antes de fallecer, los investigadores se centran en la versión de Óscar, el dueño del coche y en la ropa que llevaba aquella noche, algo que le acaban de pedir. En paralelo a esto otra de las piezas que se revela clave en el caso es el teléfono móvil de la víctima. OKDIARIO ha podido saber que la Guardia Civil ya conoce todos los secretos del terminal telefónico de la mujer, y, entre otros datos definitivos, lo ha conseguido situar en un domicilio concreto de la zona de Traspinedo durante la madrugada del día de su desaparición.
Según la última persona que vio a Esther López con vida, Óscar, la joven decidió bajarse del coche en el que ambos viajaban sobre las 3 de la madrugada en una carretera a las afueras del pueblo para quedarse allí sola, a oscuras y a temperaturas bajo cero. Eso sucedió en las primeras horas del 13 de enero y durante 24 días fue el último dato al que pudieron aferrarse los investigadores de la Guardia Civil. Pese a que el sentido común se enfrentaba a la escena que describía Óscar no había ni un solo dato objetivo que pudiera desmentirlo. Hasta el 5 de febrero.
La mañana de aquel día fue cuando un paseante encontró el cadáver de la joven en una cuneta a la salida del pueblo. No estuvo allí todo el tiempo, la situación del cuerpo era totalmente contraria a la que debería haber tenido si hubiera sido víctima de un atropello, pero pese a lo artificial del escenario éste aportó nuevos elementos a la investigación, el más especial, el teléfono de Esther. Como ya ha informado este diario el aparato fue encontrado junto a la joven, colocado en la escena igual que ella y todo lo demás. Esa fue la sensación de quienes lo vieron, pero es que el primer análisis del teléfono, demostró la manipulación que de éste se había hecho. El móvil de Esther López no tenía ningún tipo de resto ni de huella, ni siquiera de ella, su propietaria, porque había sido limpiado a conciencia.
Sin embargo, ese teléfono tuvo dos cometidos en manos de la Guardia Civil: revelar si había sido manipulado por fuera y escudriñar en los secretos que había dentro. El usuario medio de un teléfono móvil tiene los conocimientos básicos de manejo de un terminal, sin embargo, un móvil en manos de investigadores especializados es un chivato impagable. El análisis del teléfono de Esther López ha ido mucho más allá de la revisión de sus llamadas, mensajes, navegación por Internet o galería de imágenes. Antes de tenerlo en su poder los agentes sólo sabían que el móvil había estado repitiendo su señal de cobertura en Traspinedo, pero como los de todos los demás vecinos, ya que este pueblo de 1.100 habitantes tiene una sola antena de telefonía. Por eso se clonó la línea de Esther, para tratar de ir un poco más allá de la carretera donde Óscar dijo haberla dejado.
Análisis del teléfono
Pues bien, gracias al análisis del terminal los agentes obtuvieron la localización exacta del teléfono de la joven en un momento crucial durante la madrugada de su desaparición. Los investigadores fueron hasta allí y casi con escuadra y cartabón reprodujeron lo que el teléfono de la joven les había contado, hasta que, con un margen de error casi inexistente, consiguieron comprobar dentro de qué casa estaba el teléfono de la chica. Otro indicio para una investigación tremendamente complicada a la que ahora quieren sumar más elementos para tenerlos en cuenta o descartarlos, como el coche y la ropa que vestía Óscar aquella noche.
Por cierto, puede que alguien caiga en la tentación de criticar la tardanza de los investigadores en pedir unas prendas casi tres meses después. De haberlo hecho antes el comportamiento de Óscar podía haberse visto comprometido al sentirse observado, por lo que era preferible que él, como el resto de las personas de interés para el caso, que las sigue habiendo, se comportara con plena naturalidad tras la desaparición de Esther López.
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